Parajes naturales
Este paraje natural se encuentra situado en un terreno forestal en una zona casi llana y a menos de 1km. del casco urbano, al suroeste de la población, siguiendo la carretera CV-136 en dirección a Cervera del Maestre, en la Partida Bovalars, parcelas 86 y 178 del polígono 11 del término municipal de Sant Jordi, y un camino que discurre entre ellas (camí Vell de Cervera a Sant Jordi), todo ello de titularidad municipal.
El paraje tiene una superficie de 27,38 hectáreas y en él se incluye el monte público “Boalar” CS-3022, aunque su gestión está consorciada con la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio.
Cabe destacar la proximidad de las instalaciones deportivas anteriormente mencionadas, como el campo de Fútbol “El Bovalar”, las piscinas municipales y una amplia zona de aparcamiento con arbolado. En la explanada de acceso al monte y en pleno Paraje Natural se han instalado dos casetas merenderos, con una zona de recreo y descanso con mobiliario de madera perfectamente integrado en el entorno. A partir de esta zona de descanso se inicia el recorrido por el Paraje, donde se pueden realizar distintas rutas de interés tanto medioambiental como artístico, en las que el visitante puede descubrir elementos tales como:
Ejemplares de arbolado característico: Pino Carrasco y un sotobosque de matorral mediterráneo, hierbas aromáticas, plantas medicinales.
Ejemplares de fauna protegida, como: Lagarto ocelado, aves como el Arrendajo, el Triguero, Jilguero, Verderón, Verdecillo, entre otros y mamíferos como: Conejos, Musaraña gris, Erizo europeo, la Garduña, el Tejón, la Comadreja y Ardilla Roja, entre otras especies.
Respecto a los valores patrimoniales, se han ido restaurado y descubriendo tres hornos de cal existentes, los cuales se hallaban totalmente cubiertos por una inmensa vegetación.
El monte Bovalar fue declarado como Paraje Natural Municipal en marzo de 2006, por la Generalitat Valenciana, dado su alto interés paisajístico y su proximidad al núcleo urbano, por ello, se han ido realizando a lo largo de estos años numerosas actuaciones de mantenimiento a través de tratamientos selvícolas, reduciendo la densidad del matorral para facilitar la transitabilidad en el paraje, de adecentamiento, de conservación y equipamiento de infraestructuras mediante la instalación de papeleras de madera, bancos en áreas de descanso, señalización en madera de los distintos hornos de cal y “povet de terme”, así como las rutas senderísticas del interior del monte.
Destaca la instalación de las dos primeras esculturas de forja artística, junto al monumento al Agricultor realizado en hierro por un artista local.